Beso Beach, Formentera

Playa de Cavall d´en Borràs, Illetas
De 12:00 a 23:45
                              De lunes a domingo                                                       

Este verano me recomendaron este restaurante cuando estaba en Ibiza con mi familia. Fuí, y he de decir que me llevé una agradable sorpresa.

Para acceder al restaurante, fuimos en barco desde Ibiza. Una vez llegamos, una lancha nos vino a buscar y nos dejó en la playa, justo delante del local. Caminamos por un pequeño sendero vallado que nos llevó directo al sitio.

Cuando llegamos, el restaurante estaba lleno, aún así, nos consiguieron una mesa de 14 personas en poco tiempo. Al entrar en el restaurante, había un muy buen ambiente,  se podría definir  como un "chiringuito de lujo".

La decoración es muy rústica: mesas y sillas blancas de madera reciclada y el techo compuesto de bigas de madera y hojas de palmera seca. 

El personal era juvenil e iban vestidos todos de blanco. Detrás de mí, estaba el Deejay que creaba una atmósfera especial.

En cuanto a la comida, se puede degustar una fusión de comida mediterránea y vasca. 

En mi caso, dividí varios entrantes con los demás, en los cuales habían croquetas, jamón, pan con tomate calamares y más cosas. De segundo, me decanté por un "spaghetti vonghole", en cambio,  los demás, compartieron un arroz negro. 

Sobra decir, que todo estaba muy bueno.

Precio por cubierto: 40€  a  60€ aprox.